El condensado es el líquido formado cuando el vapor pasa de la fase gaseosa a su fase líquida. En un proceso de calentamiento, es el resultado del vapor que transfirió parte de su energía calorífica al producto o equipo que debe ser calentado. De esta forma, la recuperación o retorno de condensado es un proceso que reutiliza el agua y el calor sensible contenidos en el condensado descargado, generando ahorros significativos de energía, tratamiento químico y agua fresca. Esto conlleva a una menor contaminación del aire porque se reducen las emisiones de CO2, entre otros gases.
El condensado puede ser reutilizado varias formas:
El gas natural es una energía moderna y versátil, utilizada en industrias, comercios, residencias y vehículos. Desde su extracción, pasando por el transporte, hasta su combustión, el gas natural se puede emplear para las técnicas de calefacción que persiguen el ahorro de energía y de los grandes costes generados por esta. De los suministradores de energía, es el más compatible con el medio ambiente, dado que las emisiones de CO2 que se forman durante la combustión son las más bajas de todos los recursos energéticos fósiles. Los actuales sistemas de calefacción y agua caliente a gas ofrecen un alto nivel de seguridad, ya que cada aparato está sometido a procedimientos de calidad muy estrictos.